Así como los adultos tienen un lugar en casa para desarrollar cada una de sus actividades, los niños y jóvenes también deben tener un lugar donde se sientan confortables y encuentren un buen ambiente para desarrollar sus deberes escolares y sus horas de estudio.

Pero ese rinconcito para estudiar, debe cumplir ciertos requisitos de espacio, mobiliario e iluminación para ser realmente adecuado para los chicos y su formación. En este sentido, os brindamos algunas pautas para aplicar en casa.

Elegir el área

Habilitar dentro de la vivienda un área de estudio es vital, ya sea en un espacio exclusivo para este fin o conjugándose dentro de las habitaciones de los niños o jóvenes.

Lo ideal es que el área de trabajo para los menores se encuentre separada del lugar del juego y del descanso. Si esto no es posible procure una separación virtual con la ubicación de los muebles o utilizando diferentes colores al pintar.

Estos centros de estudios permitirán que el niño esté atento a sus horarios y adquiera responsabilidades y mayor compromiso en su proceso educativo.

Mobiliario necesario

– Escritorio: Debe ser proporcional al espacio del cuarto. Tome las medidas antes de comprar, pues algunas veces el cálculo al ojo le puede fallar. Para hacer esta tarea más fácil, en 3P le podemos realizar una versión en 3D de su diseño para que vea cómo va a quedar su estudio.

– Biblioteca: permite ordenar el material de investigación y guardar los cuadernos y archivadores. Los libros siempre deben estar a la altura del niño.

– Silla del escritorio: Si sus hijos son pequeños, el espaldar y el bastidor deben ser más pequeños que el de una silla para un adulto. En cualquier caso, la silla debe ser ergonómica.

Iluminación

– Debe ser cálida y acogedora. Si el estudio está en la habitación hay que combinar lámparas para separar ambientes.

– Instale una pequeña luz directa que incida sobre la superficie de estudio y lectura. La más aconsejable es la fluorescente porque no fatiga la vista y no desprende tanto calor como, por ejemplo, la luz halógena y los bombillos convencionales.

– También puede localizar el escritorio cerca de una ventana. Así aprovecha la luz natural y ahorra energía, pero esta medida no es oportuna si el niño es muy distraído.

– Si opta por una lámpara flexible sobre el escritorio, debe ubicarla al lado contrario al que se escribe para no proyectar sombras sobre el papel.

¡Un consejo!

Diseñe el espacio de estudio con los chicos, busque que se identifiquen con ese lugar y se sientan a gusto.